Es una enfermedad cuya incidencia crece en todo el mundo, al compás de los nuevos hábitos. La más prevalente, la diabetes tipo 2, es evitable. Cómo se llega al diagnóstico, cuáles son los síntomas y cómo se trata hoy.
Diabetes
.El Día Mundial de la Diabetes es la campaña de concienciación sobre la diabetes más importante del mundo. En 1991, la Federación Internacional de Diabetes y la Organización Mundial de la Salud instalaron este día como respuesta al alarmante aumento de los casos de diabetes en el mundo. Aquí, el ABC de una enfermedad que ya es epidemia y que se puede evitar. Lo que tenés que saber:
¿Qué es la diabetes?
La diabetes es una enfermedad caracterizada por el aumento de los niveles de glucosa (azúcar) en la sangre, que se asocia en su evolución a enfermedad vascular de distintos territorios, afectando particularmente el corazón, el riñón y las arterias de las piernas.
A la medición de la glucosa de la sangre se la llama glucemia. La glucemia debe mantenerse siempre dentro de límites bastante estrechos: entre 70 y 100 mg/dl en ayunas (previamente considerábamos que era normal hasta 110 mg/dl, pero nueva evidencia médica ha demostrado que 100 mg/dl son un límite superior más apropiado).
El diagnóstico de «diabetes» se confirma con 2 valores ó más de glucemias de 126 mg/dl o mayores. O sea, que existe un rango que va entre los valores de 100 y de 126 mg/dl intermedios entre la normalidad y la diabetes. La otra forma de realizar el diagnóstico de «diabetes» es a través de una curva de tolerancia oral a la glucosa, que debe mostrar valores de glucemia inferiores a 200 mg/dl, durante toda la prueba.
Es interesante que las personas que tienen valores en el rango de 100 a 126, si bien no son diabéticos, tienen una alteración que se asocia a mayor riesgo de presentar diabetes en el futuro y tienen mayor riesgo cardiovascular que aquellas personas con valores normales (menores de 100 mg/dl).
Para garantizar estos valores, el organismo cuenta con una hormona llamada Insulina que es liberada a la sangre por unas células especiales ubicadas en el páncreas y cumple esta importante función.
¿Qué tipos de diabetes existen?
Existe una forma infanto-juvenil, de comienzo en la niñez o juventud, que cursa con una incapacidad de las células del páncreas de producir Insulina. A esta forma de Diabetes se la llama tipo 1 y casi en la totalidad de los casos, requiere aplicación de insulina, que el mismo paciente aprende a administrarse. Los controles de glucemia deben ser diarios y el paciente debe realizarlos a través de tiras reactivas que expresan el valor de glucemia aproximado, al colocarse una gota de sangre. Estos controles permiten ajustar en forma precisa las dosis de insulina a lo largo del día.
Existe una segunda forma clínica de Diabetes, llamada tipo 2 o del adulto. En este caso, el páncreas puede fabricar insulina pero ésta es insuficiente o no actúa apropiadamente. Esta forma es mucho más frecuente.
Una tercera forma clínica de diabetes es la llamada gestacional y ocurre durante el embarazo. Si bien la mayoría de las mujeres retorna a sus valores normales en la etapa puerperal, el antecedente de diabetes gestacional se asocia a mayor riesgo de diabetes a futuro y mayor riesgo vascular de la mujer que la presentó.
¿Cómo afecta al organismo la diabetes?
La diabetes, si no se controla adecuadamente, puede producir enfermedad cardiovascular, enfermedad renal, hipertensión arterial, enfermedad de la retina, infecciones serias en los pies y alteración de la sensibilidad.
¿Se puede curar?
La mayoría de los diabéticos manejan su enfermedad, sin embargo, no se ha encontrado una cura definitiva para la diabetes hasta la actualidad. Dado el elevado riesgo vascular en todos los tipos de diabetes, los cuidados en relación a la prevención de eventos cardiovasculares, son centrales.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas son más floridos y evidentes en la Diabetes tipo 1 o infanto-juvenil, pudiendo ocurrir sed, sequedad de boca, poliuria (orinar mucho y muy seguido), visión borrosa, astenia (cansancio), pérdida de peso. La diabetes tipo 2, sin embargo, requiere un control de laboratorio que permita hacer diagnóstico, ya que usualmente no presenta síntomas claros (picazón o mala curación de las heridas podrían aparecer, pero en general los síntomas no aparecen o son muy sutiles).
¿Cuál es su tratamiento?
En la Diabetes tipo 1 el tratamiento debe ser la Insulina (que el páncreas no fabrica) y en la Diabetes tipo 2 se puede iniciar con dieta, descenso de peso y ejercicio, a los cuales se suele adicionar fármacos tanto orales como combinados con insulina, si fuera necesario.
¿Se puede prevenir la Diabetes?
Si bien es frecuente que existan antecedentes de algún familiar con diabetes, además de la herencia, la vida sedentaria, la dieta rica en azúcares y grasas y la obesidad están muy ligadas a la aparición de diabetes.
Mantener una vida activa, con rutinas de ejercicio, un peso corporal adecuado y una alimentación saludable son las claves de la prevención.
Si a pesar de esto, existen valores aumentados de glucemia (por arriba de 100 mg/dl) especialmente si están en rango de diabetes (por arriba de 126 mg/dl) la prevención cardiovascular es fundamental. El principal riesgo del paciente diabético es sin dudas, la enfermedad cardiovascular.
En este sentido el control cardiológico, los estudios diagnósticos que investigan la presencia de enfermedad aterosclerótica sublínica (presencia de ateromas en carótidas o de calcio en arterias coronarias) y el empleo de algunos fármacos destinados a reducir el riesgo cardiovascular, que en todos los casos acompaña al paciente diabético, son los principales ejes del cuidado frente a este enemigo que se estima que en los siguientes años se incrementará de modo increíble.
Finalmente si la diabetes ya está diagnosticada, el riesgo vascular asociado a ella es mucho más elevado si se presenta en una mujer que en un hombre, motivo por el cual las mujeres diabéticas, tienen un riesgo particularmente elevado y requieren especial cuidado debiendo recibir el conjunto de estrategias que integran el «maletín» de la prevención cardiovascular.
Fuente: Dra Melina Huerin, Médica cardióloga. Fundación Cardiológica Argentina.